Las ciencias adelantan que es una barbaridad. Así reza la famosa zarzuela. Viene esto a cuenta de que acabo de ver un anuncio en televisión de una compañía de seguros que, en en los textos, aclara que su protección está hecha ‘con’ inteligencia artificial. Ahí es nada.


La IA, recuerdo, es un o unos algoritmos que, en realidad al ejecutarlos en un ordenador, pretenden ir más allá que la inteligencia humana. Pueden hacerlo por ser más rápidos en cálculo, y o por manejar un número muchísimo mayor de datos, y o por aplicar algoritmos heurísticos de optimización, o de maximizar o minimizar, o acotar, etc.. Y así llegan donde el hombre tendría grandes dificultades en llegar, o en manejar tantos datos.


Y, en base a esto, cualquier algoritmo ejecutado ‘es’ IA. Desde el momento en que se dispone del algoritmo o proceso adecuado todo es IA.


La IA es capaz de pintar ‘como’ Picasso o Van Gogh, de escribir poemas ‘como’ García Lorca o Baudelaire, o jugar al ajedrez ‘como’ un gran maestro. Tan sólo le falta una cosa: creatividad, aunque mucho se le acerca.


Lo más impresionante de la IA son los algoritmos de ‘aprendizaje automático’. Es fácil de explicar: un Deep Blue fue capaz de ganar a Kasparov por este asunto. Si una jugada del gran maestro no estaba en el acervo (de miles de millones de jugadas almacenadas y conocidas) del ordenador éste la incorpora de inmediato, y así el daño que le causa ésta jugada en una partida al ordenador ya nunca más se lo volverá a causar.


Autoaprende, aprende de sus errores. Pero es una creación humana, y sobre si más pronto o tarde superará a una inteligencia humana hay una gran controversia: yo estoy del lado de Roger Penrose (el libro La nueva mente del emperador, es lectura obligatoria al respecto) que dice en su sesudo estudio que el ordenador es una creación humana y nunca ganará al hombre.


La clave está en la creatividad, y os recomiendo la lectura del último libro traducido de Marcus de Sautoy (no lo tengo a mano y no recuerdo el título exacto) al respecto.


Dicho queda, la compañía de seguros son unos ‘pillos’ que usan a su favor las palabras.


Y esto de estos días es un infierno. No hay derecho a tales temperaturas sin haber llegado al verano.


Cómo tampoco lo hay para esta maldita guerra que ya está durando demasiado.


Recibid mis queridos amigos un fuerte abrazo.


Hasta siempre hasta pronto.


Paco

20 de junio de 2022

Publicado en: Los socios escriben

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