Fragilidad nacarada,
belleza fugaz,
de la boca de Cupido,
con ojos encandilados,
brota inmaculada
burbuja de jabón.

Eres aire,
eres agua,
eres mi equilibrio,
espuma deslizante,
giras ingrávida
tenue como la bruma.

Perla irisada,
piel lábil,
y mirada infantil,
serpenteas ingenua,
entre luz y sombra,
grácil como la muselina.

Chispeante y victoriosa,
entre calma y caos,
cruzando noche negra
y mar embravecido,
polvo de luna plateado
esboza tu rostro.

En tu vientre
de cristal fino,
el cielo sosegado
encierras,
acariciada por la brisa,
en el olimpo de las nubes.

Pompa de amor efímera,
vuelas libre
y vaporosa,
hasta morir,
gloriosa,
en la cima de mis labios.

Esther Coia / Agosto 2021

19 de septiembre de 2021

Publicado en: Los socios escriben

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